sábado, 8 de agosto de 2009

QUÉ ES LA ESTIMULACIÓN Y CUÁNDO DEBE PONERSE EN PRÁCTICA


El juego, el amor y los masajes son elementos que ayudan a estimular al bebé.

“Mi hijo ya habla claro, se sabe las vocales y, además, suma con tan sólo dos años de edad”. Estas son algunas frases pronunciadas por los padres orgullosos de las habilidades de sus pequeños. La pregunta es: ¿conseguir estos logros fue un proceso satisfactorio para el niño?


La llamada estimulación, que en palabras de Paula Bernal, sicóloga especializada en desarrollo infantil e instructora certificada en masajes para niños, “se trata de una serie de actividades que buscan promover todas las esferas del crecimiento de las personas, como la motricidad, percepción, lenguaje, relaciones sociales, el afecto, la seguridad en sí mismo y su sentido de auto-eficacia” se ha convertido en la mayor herramienta de los padres para conseguir un mejor desempeño de sus hijos.


En un mundo cada vez más competitivo, algunos padres y educadores creen que los niños deben aprender todo cuanto les sea posible tan pronto como ellos puedan, a algunos les resulta exitoso el proceso de estimulación adecuada, pero otros, en cambio, consiguen efectos contraproducentes porque no han tenido en cuenta la sensibilidad de sus pequeños frente a los ejercicios, actividades, masajes o caricias que se utilizan para lograr las grandes habilidades que esperan.


“La idea es hacer las actividades con intervalos de tiempo breves y respetando el ritmo, el temperamento y la sensibilidad de cada niño”, afirma Paula Bernal, al explicar por qué la estimulación es un proceso donde la parte activa debe ser manejada por los bebés, quienes son los que ponen los límites de los ejercicios.


En ocasiones se hacen muchas actividades con un niño y muy seguidas, en las cuales se está cambiando todo el tiempo en busca de alcanzar resultados a corto plazo, pero lo que se consigue es una sobre estimulación en donde el pequeño se desconecta y hace como si no existiera. “La idea no es obligar a los menores a hacer las cosas y hacer caso omiso a sus expresiones de llanto o corporales que indican rechazo, porque cuando uno no respeta eso está comunicándoles que no es importante lo que están diciendo”, agrega la especialista.

Verdades sobre estimulación -El juego es la mejor manera de estimular a un niño- dicen los expertos en el tema, quienes recomiendan a los padres que lo hagan en forma natural y sin premeditación. Así, los adultos aprenden a leer el comportamiento de los niños y a respetar sus necesidades; además, permite saber cuál es el límite y cuándo una actividad debe parar.


Después de este proceso natural (el juego), según la especialista, el primer paso para iniciar es la estimulación táctil y la relacionada con los movimientos de los brazos y las piernas: “nada que vaya en contra de lo que naturalmente el bebé podría hacer”. Con esto se va consiguiendo desarrollar la motricidad y despertar su sentido del tacto.


Este tipo de estimulación tiene una importancia particular. En la India, los bebés eran masajeados desde su nacimiento y se veían niños más seguros y con mayor motricidad. Esto despertó el interés de los científicos que han estudiado el tema, pero aún no se tienen sustentos certificables. Lo realmente cierto y según cuenta la sicóloga es que “se han hecho estudios con prematuros en los cuales se ha demostrado que ganan peso mucho más rápido cuando son estimulados en forma táctil.

Asimismo, en la parte emocional está comprobado que con este contacto se facilita la formación del vínculo entre el pequeño con el o los adultos proveedores de cuidado, y por ende contribuye al desarrollo de la confianza y la seguridad”.


Una vez el bebé empieza a gatear, que es entre los 7 y los 9 meses, la estimulación cambia porque ya no se puede masajear a un pequeño que no se queda quieto y quiere otro tipo de actividades. Entonces, en esos momentos se debe incorporar una orientación más lúdica y centrada en el juego. “Aquí aparecen una serie de materiales que despiertan el interés y la curiosidad del menor, por sus formas y colores… Ya más adelante, las actividades deben ser menos orientadas por los adultos y más libres para el niño, ya que es él quien va tomando la iniciativa en la exploración”.


En cuanto al lenguaje, gran parte de esta estimulación empieza con canciones y es muy importante que sean acompañadas de rimas. En este sentido, la música clásica tiene un efecto relajante, pero Paula Bernal dice que la idea es exponer a los pequeños, también, a diferentes ritmos: cantar, bailar con ellos cargándolos (cuando todavía no lo puedan hacer solos), mover las manos y mostrar expresión corporal. Estas actividades promueven el desarrollo lingüístico y musical.


Finalmente, gran parte de los procesos adecuados en estimulación incluyen arte, lo cual permite que se desarrollen destrezas en motricidad fina (relacionada con los músculos pequeños de las manos) y la parte sensorial, al experimentar con diferentes tipos de pinturas y texturas.
En el tema de estimulación, son muchos los conceptos por descubrir y estudiar. Lo cierto es que asesorarse de expertos y permitir a los niños desenvolverse, según su edad y sus intereses, debe primar por encima de los objetivos acelerados de los padres.

¿Qué pasa con la estimulación intrauterina? La especialista en desarrollo infantil dice que existen varios estudios en los cuales se prueba que en el vientre de la madre ocurren las estimulaciones de manera natural: los órganos se mueven, la mamá habla, canta y genera diferentes movimientos. “Por ejemplo, hay una práctica frecuente de poner linternas en la barriga de la mujer embarazada, pero como uno no está viendo la posición del bebé, en algunas ocasiones se estimula más un ojo que el otro”, agrega Paula Bernal, quien además recomienda a la futura mamá cantar y leer cuentos con rima a su hijo, antes de utilizar procesos que pueden resultar contraproducentes.


Con respecto a la música, la sicóloga manifiesta que el líquido amniótico es un poderoso transmisor de sonido y la mayoría de las veces los adultos ponen canciones a alto volumen en el vientre, sin conseguir ningún efecto. Aquí aparece el tema del ‘Efecto Mozart’, que para la especialista representa un fenómeno publicitario, el cual no tiene comprobado sus efectos como estimulante intrauterino. Pero explica que los niños entre tres y cuatro años que toman clases de piano tocando melodías de Mozart tienen un desarrollo matemático superior, según pruebas científicas.

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